Caricatura de Inma, por Jaroslava Synaková
Con
canas de sabiduría en su pelo, parecidas a los hilos de plata y a los arroyos espumantes de la
caída del agua que con ternura saltan a su frente y que cubren la parte
izquierda superior de su cara, miro a Inma. Su cabello forma una venda
pirata sobre su ojo izquierdo como si ella quisiera esconder y ocultar sus
ideas internas ante nosotros, o quizás estos ojos pardos, profundos y
bailarines, que siempre tienen una chispa un poco pícara y diabólica en su
mirada penetrante, oculten e inventen otra de sus historias interesantes. Ella
tiene la cara bastante armónica y ovalada, tal como las piedras de la playa en
Altea; pero el rasgo más visible y llamativo de su cara es su nariz. Sí, esta
nariz, con la espalda recta y alargada al final, que tampoco destruye la
impresión completa, parece al tronco del avión con las alas volando en el aire,
revelando su carácter fuerte, realista e independiente; pero, al mismo tiempo,
ella es la persona que sirve de fuente interminable a la fantasía,
creatividad e inspiración.
Su barbilla fina, pero no obstante,
aguda y cabezota, que puede picarte como una aguja, paulatinamente pasa por el
cuello hasta su pecho, grande, alto y extenso como la cordillera de los
Pirineos, y abierto a todas las personas sin prejuicios y con aceptación
cordial.
El resto de su cuerpo, según mi opinión
personal, no sufre ninguna desarmonía, de acuerdo con su rostro simpático y
sonriente y de su manera de ser; tiene la personalidad y la irradiación rica en todos los aspectos
de dicha palabra y en todas las partes...
Su pensamiento es tan complejo y amplio
como una sopa de palabras de dos páginas, y estoy convencida de que, si ella
hubiera empezado la carrera de actriz de joven, ya habría llegado a ser
una de las estrellas del cine espaňol cómico importante.
Por otra parte, ella también es muy
estricta y severa, y, entre nosotros, tengo que decir que su vida sin una rica
comida, sabrosa y buena se parecería a un verano sin sol, ya que es
también muy golosa. Le encanta el color de los tomates maduros y siempre lo
lleva en alguna de sus prendas porque cree que esto le protege contra todos los
males y que le trae suerte. Aunque afirma que es tímida, a menudo actúa de
modo contrario y se considera afortunada en el mundo de los juegos de naipes,
ya que gana todo lo que se puede ganar (salvo el sorteo de la lotería de
Navidad del aňo pasado). De todas maneras, encontrarse y conocer a esta
persona es una gracia para toda la vida...
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